Agua y Maíz, alcanzarán? VISION CLIMATICA
INTRODUCCION
Hace pocos días (18 y 19 septiembre 2025) se realizó en Guadalajara, Jal. el Congreso Internacional Agroalimentario (CIA2025). El CIA2025 incluyó en su programa un panel titulado: ¿Agua y maíz, alcanzarán? El tema me llamó la atención para hacer un breve análisis sobre el impacto que tiene el clima tanto en la disponibilidad de agua, como en la producción de maíz en México. El agua y el maíz se pueden analizar de manera separada o de manera conjunta. La producción de maíz de riego depende del agua de lluvia que captan y almacenan las presas, mientras que la producción de maíz de temporal depende del agua que proporcionan las lluvias cada ciclo agrícola en los terrenos de los productores de maíz.
En ambos casos, la disponibilidad de agua depende de las condiciones climáticas, las cuales, con el cambio climático, la lluvia presenta una mayor variabilidad, la cual hace más variable el nivel de almacenamiento de agua de las presas y la superficie y producción de maíz de riego. De la misma forma, la producción de maíz de temporal depende de la oportunidad y cantidad de lluvia que cada región productora de maíz recibe cada año.
Desde luego, la producción de maíz que México depende también de otros factores, como la política de precios del grano, los mercados de compra, y la superficie cultivada. Además, la tecnología de producción es un tema muy importante para incrementar la producción de maíz en México. Las tecnologías de producción deben estar basadas en el conocimiento científico y en prácticas de cultivo exitosas, y no solamente en el uso intensivo de insumos, que además encarecen los costos de producción.
En este artículo se hace un breve análisis sobre cómo afecta el clima la seguridad hídrica y la producción de maíz. Se abordan en particular los temas de: 1) el uso del agua en México, en especial en la agricultura; 2) se recomiendan algunas medidas y prácticas de adaptación y prevención ante la variabilidad del clima, orientadas al manejo del agua y la producción sostenible de maíz.
EL USO DEL AGUA EN MÉXICO
1) El consumo de agua en México va en aumento. En México la utilización del agua de acuerdo con datos de la FAO en el periodo de 2001-2005, la industria y la población utilizaban el 23.3% y la agricultura el 76.7%. Veinte años más tarde para el quinquenio de 2016-2020 el consumo de la industria es del 10%, de la población el 14% y de la agricultura el 76%, este último, un porcentaje aún muy alto, por encima de la media mundial que es aproximadamente del 70%.
2) El uso de agua en la agricultura de México va en aumento. De acuerdo con datos de la CONAGUA, el consumo de agua en la agricultura ha ido en aumento en los últimos 20 años. En el quinquenio de 2001-2005 el consumo estimado de agua era de 56 Km3, 20 años después (quinquenio 2016-2020) fue de 67 Km3, un incremento del 20% (ver gráfica anexa). El porcentaje de uso de agua por sector, sin embargo, no se ha modificado, 76% agricultura, 14% población y 10% industria, pero si ha aumentado en los tres sectores.
1) El estrés hídrico se incrementa en México. Como consecuencia del mayor uso del agua, sin que las reservas de agua se incrementen, el estrés hídrico ha ido en aumento en México. El estrés hídrico es un indicador de seguridad hídrica, el cual resulta de dividir el total de agua dulce que se extrae por año (agua subterránea más agua superficial), entre el total de los recursos renovables de agua, restados del agua que se asigna para el ambiente. El cociente que resulta se multiplica por 100 para obtener el índice de estrés hídrico (IEH) en porcentaje.
El índice de estrés hídrico en México se ha incrementado de 27.6% a 40% en los últimos 20 años. Estos valores son el promedio nacional, lo cual quiere decir que hay regiones con un índice de estrés hídrico más alto, tales como el norte, noroeste, noreste y centro de México. Las regiones del sureste de México tienen índices de estrés hídrico más bajos, pues se dispone de más agua.
Conforme a los indicadores de estrés hídrico a nivel internacional, se considera que valores por debajo de 25% no representan escasez de agua, valores entre 25 y 60% representan niveles variables de escasez de agua, y arriba de 60% niveles con alta escasez de agua. Se observa también en la gráfica anexa que la extracción total de agua ha ido en aumento, de 73.6 km3 en el quinquenio 2001-2005, a 88.4 km3, en el quinquenio de 2016-2020.
1) El cambio climático hace más variable la cantidad y distribución de la precipitación y de la producción agrícola. La variabilidad de la lluvia afecta directamente la disponibilidad de agua en las presas, la superficie de siembra y la producción de maíz de riego, como ha sucedido en los dos últimos ciclos agrícolas en el estado de Sinaloa. De la misma forma, la producción de maíz de temporal depende de la cantidad y distribución de la lluvia estacional de junio a octubre.
Ejemplos contrastantes son los recientes ciclos agrícolas de temporal de 2023 y 2024. En 2023 además de la ola de calor de junio, la lluvia fue muy escasa, el total de precipitación de junio a octubre fue solamente de 412 mm. Por otro lado, en 2024 el total de lluvia de junio a octubre fue de 614 mm. Esta diferencia tiene un impacto en la producción de cultivos de temporal como maíz y frijol. La producción nacional de maíz de temporal en 2024 fue de 12.5 millones de toneladas contra 10.9 millones en 2023, en superficies de siembra muy similares (SIAP), una reducción del 13%. En Jalisco el rendimiento medio de maíz cambió de 7.1 ton/ha en 2024 a solamente 5.11 ton/ha en 2023, una reducción del 28%. Otro dato interesante es la superficie siniestrada de maíz, en su mayoría por sequía. En 2024 fue de 73,000 has, mientras que en 2023 fue de 474,000 has (SIAP).
MEDIDAS DE ADAPTACIÓN Y PREVENCIÓN
Ante la escasez recurrente del agua, de manera frecuente o cíclica, tanto para la agricultura de riego como para la agricultura de temporal, y respondiendo a la pregunta: agua y maíz, ¿alcanzarán? A continuación, se proponen algunas medidas y prácticas de adaptación y prevención que pueden contribuir a la seguridad hídrica y a la producción sostenible de maíz en México.
1) Tecnificación del riego. Como se mencionó anteriormente, la agricultura de riego es el sector que utiliza más agua (76% del agua disponible). La tecnificación del uso del agua en la agricultura es un tema urgente que requiere inversión y financiamiento. Existe la tecnología para economizar el uso del agua. Sin embargo, es necesario, definir los métodos de riego más apropiados para cada región (riego por goteo, aspersión, microaspersión, sub-irrigación, otros) así como los cultivos a irrigar. La tecnificación no es solamente la instalación de los equipos de riego, sino además debe considerar las necesidades de agua y los tiempos de aplicación conforme a la etapa de desarrollo de cada cultivo. Así como también el monitoreo de la humedad del suelo y de las condiciones climáticas previstas, a fin de optimizar aún más el uso del agua en los cultivos y desde luego en la producción de maíz.
2) Monitoreo de la disponibilidad de agua de las presas para uso agrícola. La superficie de siembra de cada ciclo agrícola depende del agua almacenada en las presas y de la asignación de agua que se hace para cada cultivo, entre ellos el maíz. El monitoreo de los volúmenes disponibles de agua en las presas, así como las predicciones de lluvia estacionales y mensuales son elementos importantes de información para hacer estimaciones del agua disponible para el maíz y otros cultivos.
3) Siembra de variedades de maíz de ciclo más corto con menor requerimiento de agua. En ciclos agrícolas con limitación de agua, los distritos de riego pueden reducir el número de riegos disponibles para el maíz. En estas condiciones la tecnología de producción indica la siembra de híbridos de maíz de ciclo más corto, con menor requerimiento de agua. Esta práctica también aplica en la producción de maíz de temporal en regiones con temporales más cortos (no mayores a 120 días), o bien cuando los pronósticos de lluvia indiquen que el temporal de lluvias iniciará tarde.
4) Regionalización de variedades de maíz de temporal de acuerdo con las condiciones edafoclimáticas de cada región. El maíz se cultiva prácticamente en todos los estados del país bajo condiciones de clima y de suelo muy variables. Estas condiciones variables se ven reflejadas en los rendimientos de maíz que se obtienen en condiciones de temporal, los cuales pueden ir desde menos de 1 ton/ha hasta más de 10 ton/ha. La regionalización de variedades para la producción sostenible de maíz debe ser basada en índices agroclimáticos de capacidad productiva y de riesgo climático. Asimismo, la tecnología de producción también debe ser basada en el conocimiento científico y no solamente en la aplicación intensiva de insumos que encarecen los costos de producción.
5) Introducción del concepto de productividad del agua. ¿Cuántos litros de agua se necesitan para producir un kilo de maíz?, es una pregunta que requiere respuesta. La cantidad de agua necesaria puede variar según la eficiencia del riego, entre menos agua se utilice, el uso del agua será más eficiente. Un predio de maíz que produce 10 ton/ha y que utiliza 8,000 m3 de agua, su productividad es: 1 kg de maíz por cada 800 litros de agua.
6) Desarrollo de variedades de maíz con características para tolerar las sequías y el estrés térmico debido a la ocurrencia frecuente de olas de calor. México cuenta con la colección más grande de maíces nativos, de los cuales, mediante el mejoramiento genético, se pueden obtener variedades e híbridos tolerantes a la sequía para conseguir una producción de maíz más resiliente y productiva.
7) La información climática, un elemento estratégico para la producción sostenible de maíz en México. Los pronósticos climáticos son una herramienta muy útil para conocer con meses de anticipación las condiciones de lluvia y de temperatura que se esperan. Esta información contribuye a una mejor planificación regional de los programas de producción de maíz, con tecnologías acordes a las condiciones climáticas esperadas. De la misma manera, es necesario el monitoreo del temporal de lluvias y su impacto en el desarrollo y producción de maíz, incluyendo la estimación de cosecha.
Mas información sobre este tema y otros relacionados con la información climática para la agricultura, ver sitio web: www.climaproagro.com